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Selva Negra y Berlín - Junio 2019

CRONICA VIAJE A BERLIN Y SELVA NEGRA

             Eran las 5 de la mañana del día 9 de Junio, cuando 54 compañeros de la Asociación partíamos en autobús con destino al aeropuerto del Prat en Barcelona para coger el vuelo de la compañía Vueling a las 11,40 rumbo a Berlín. Llegamos sobre las 14,20horas. 

             Nos esperaba la guía que nos acompaño desde Berlín hasta Munich. Muy profesional, correcta y muy amable. 
      
             Empezamos con una panorámica, visitando el famoso muro, donde bajamos para hacer fotos muy divertidas en algunos de los murales pintados en él. Desde la 2ª Guerra Mundial, la ciudad fue dividida, la parte este se convirtió en la capital de la R.D.A., mientras que en el oeste era un enclave de la R.F.A, en el interior de la Alemania Oriental. En toda la ciudad hay muestras por el suelo donde pasaba el muro. Seguimos con la visita de parques, palacios y teatros, el ayuntamiento rojo, el parlamento hasta llegar a la puerta de Brandeburgo, símbolo desde 1989 de la reunificación alemana, a pocos metros se encuentra el “Memorial del Holocausto” que con sus 2711 bloques de hormigón de diferentes alturas, da memoria de los judíos asesinados en Europa. Ya al atardecer nos dirigimos al hotel.

              El segundo día por la mañana nos trasladamos a la ciudad de Postdam. En primer lugar visitamos el puente de Glienicke, cerca del palacio que lleva su nombre, llamado también puente de los espias, debido que el puente era una frontera restringida entre el Bloque del Este y las potencias occidentales (EEUU). Los estadounidenses y los rusos lo usaban para intercambios de espías capturados durante la guerra Fría. Pudimos conocer el interior del palacio Cecilienhof, construido con estilo de una casa de campo, rodeado de bosques y jardines, expléndido. Era la residencia del príncipe heredero Guillermo de Prusia y su mujer Cecilia. El palacio fue centro de conferencias de las ponencias victoriosas de la II Guerra Mundial en agosto de 1945. Las salas de la planta de abajo servían para las negociaciones y de oficinas para Stalin (Rusia), Churchill (Inglaterra) y Truman (EEUU). Hoy se visitan como salas históricas de la Conferencia de Postdam. A continuación el bus nos llevó al palacio de Sanssouci, residencia de Maximiliano el Grande, donde permanece su tumba. Es una enorme y hermosa edificación palacial. Rodeado de un jardín construido en forma de terrazas, con fuentes en el centro. Terminada la visita de Postdam, regresamos a Berlín para almorzar. Por la tarde visitamos, acompañados con un guía el barrio judío de la capital, tiempo libre hasta la cena.

            El martes salíamos hacia Dresde, ciudad con un gran patrimonio histórico y una gran belleza, lo que explica su sobrenombre de La Florencia del Elba. Sufrió tras el gran bombardeo, un incendio que destruyó casi por completo su centro histórico Visitamos el palacio Zwinger, uno de los más bonitos de Alemania, alberga diferentes museos y exposiciones, y como casi todos los palacios también fue bombardeado durante la segunda guerra mundial, actualmente esta reconstruido. Terminamos la visita con un paseo por el centro histórico, una maravilla. Después de almorzar salíamos hacía Nuremberg. 

          El día 12 de junio, visita panorámica del casco antiguo de Nuremberg, en 1219 fue declarada Ciudad Imperial Libre. Elegida por el régimen nazi para sus concentraciones y donde Hitler acudía a dar sus discursos y desfiles multitudinarios. Pasó a ser el centro de la diana de una II Guerra Mundial que le pasaría sobrada factura al final de la contienda, cuando en enero de 1945 fue completamente destrozada. Se celebró el juicio más importante de la Historia del siglo XX, el ya famoso “juicio de Nuremberg”. Vimos desde fuera las ventanas de la sala donde se celebró. Recorrimos los escenarios del nazismo, acompañados por un guía que nos explicó in situ todo lo relacionado con el tema. Subimos al castillo medieval de donde se pueden ver unas vistas magníficas de una ciudad completamente reconstruida y al mismo tiempo pintoresca. Después de fotografiar la ciudad desde arriba, fuimos hacía la plaza Hauptmarkt, sin antes hacer unas fotografias en la casa donde nació al adalid del Renacimiento alemán Alberto Durero, cuyas pinturas y grabados fueron aplaudidos por emperadores, aristócratas y otros genios como el italiano Rafael que admiraba la obra del maestro nuremburgés. Ya en la plaza destaca la iglesia católica de Nuestra Señora, preside todas y cada una de las escenas que tiene lugar en la plaza. El reloj con su simpático carrillón funciona cada día a las 12 de la mañana. El esplendor se vive cuando se coloca el mercado de Navidad. El más impresionante de toda Alemania. Un ratito de tiempo libre. A la hora prevista salíamos hacía Rothenburg. Población medieval muy bien conservada, famosa por su centro histórico, con edificios de entramados de madera. El Plönlein, quizá sea el edificio más característico, estrecho, entramado de madera con una pequeña fuente al frente y rodeado de casas adosadas restauradas, creando un encanto pintoresco único, lugar que la mayoría del grupo nos hicimos fotos, tuvimos tiempo libre para ver la ciudad, almorzamos en un restaurante típico el famoso “codillo”, buenísimo, y ya después de un paseo nos trasladamos a la ciudad universitaria más antigua de Alemania, Heidelberg, tuvimos un tiempo libre hasta la cena para ver los alrededores y poco más, cenamos y algunos salimos a dar una vuelta por la romántica ciudad.

   El jueves día 13, visitamos Heidelberg, su centro histórico, reconstruido en estilo barroco. Un funicular nos subió hasta el castillo, monumento de referencia de Heidelberg, sus restos son los más importantes de Alemania, en el se celebran espectáculos populares y bailes como el Ball der Vampire, y en su interior se encuentra uno de los símbolos de la ciudad “El Gran Tonel”, 7 m. de ancho por 8,5 m.de largo con capacidad para 222.000 litros. Las vistas desde el castillo son impresionantes. Una vez abajo, seguimos hacía la ciudad francesa de Estrasburgo. Fue en esa ciudad que se creó la Unión del Acero primero y luego la Comunidad Europea. Es sede del parlamento Europeo, 651 diputados se reúnen aquí solo los viernes y una vez al mes. Visita guiada de la ciudad, entramos en la Catedral de estilo gótico, en su interior se encuentra un reloj astronómico del siglo XVI, es mecánico y representa la infancia, la juventud, la vejez y la madurez. Funciona perfectamente. Una vez visitada la ciudad vieja, el mercado de los lechones y el barrio de la petite France nos trasladamos hasta Friburgo, capital de la Selva Negra.

   El día 14, por la mañana nos dirigimos hacia la Selva Negra, nombre que le dieron los romanos por sus grandes bosques muy tupidos y muy verdes. Una de las industrias más importantes es la madera, y con ella hacen además de las viviendas, los utensilios, juguetes, relojes de madera. El objeto principal de regalo es el famoso “reloj de cucú”. Visitamos la catarata de Triberg, de unos 167 metros de alta, a continuación navegamos por el lago Titisse, y después de almorzar, salchichas con col y tarta Selva Negra, volvimos a Friburgo. Visita guiada por la ciudad, andamos más de una hora, pero valió la pena. Entramos en la catedral (románica y gótica). No hay prácticamente industria, es una ciudad cultural y universitaria. Tiene tres universidades, las más importantes son las de Lengua y Filosofía. Es ecológica y se preocupa del medio ambiente. Muy buen ambiente todo el día.

   El sábado día 15, partimos hacia Meersburg, situada a orillas del lago Constanza, de 536 Km2 y una profundidad máxima de 253 metros. El Rhin es su fuente más importante y sus aguas la comparten Alemania, Austria y Suiza. La ciudad es hoy un gran destino turístico en centroeuropa. Tuvimos tiempo libre para visitarla a nuestro aire. El casco medieval es encantador, sus callejuelas, plazas y casas con entramados de madera son de cuento. La ciudad esta considerada una de las más antiguas de Alemania. Dato curioso, los agricultores plantan flores, ponen unas tijeras, una cesta y el precio, la gente llega corta las flores que quiere y paga. Después de comer salida hacía Munich.
Cena buffet en el hotel y alojamiento.

   El día 16, fuimos de excursión al interior de los Alpes Bávaros, visitamos el castillo de Linderhof, y vimos de lejos el castillo de Hohenschwangau, también conocido como el Rey Loco, que no lo visitamos por la dificultad que había hasta llegar a la entrada. Continuamos hacía la preciosa localidad de Oberamergau, conocida por su cantidad y calidad de frescos pintados en las fachadas de sus casas, almorzamos en esa preciosa ciudad. Pudimos admirar la preciosidad de los jardines que rodean al Castillo de Neuschwanstein. Regreso a Munich, por la noche cenamos en una famosa taberna típica Bávara, donde Hitler daba sus discursos en sus salas.

   El último día, lunes, visitamos las principales calles de la ciudad, y edificios como el Parlamento, la Cancilleria, (residencia del Canciller), la embajada de los EEUU, la plaza Odeón, la sede de Siemens , el obelisco. Llegamos al palacio de Nymphenburg, rodeado de unos jardines espectaculares, paseamos por su alrededor, donde nos hicimos muchas fotos. Terminamos la visita en la plaza del Ayuntamiento, edificio sensacional, de los pocos que no se destruyeron en la guerra. Almorzamos en el restaurante que esta debajo del Ayuntamiento, sitio emblemático y bonito. Al finalizar emprendimos viaje de regreso a Zaragoza. Contentos y muy felices de pasar unos días en esta maravillosa Alemania y su Selva Negra.  
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