VIAJE EN CRUCERO POR EL GOLFO DE TAILANDIA
Del día 10 al 19 de Febrero, la Asociación organizó un crucero por el Golfo de Tailandia.
El lunes día 10 a las 5 de la madrugada salíamos 32 pasajeros con destino a Barcelona. Paramos en Fraga para tomar un café y recoger a 2 pasajeros más, y en la área de Montblanc, para desayunar.
Llegamos al aeropuerto del Prat de Barcelona a las 9:30 horas, con tiempo suficiente para pasar los controles obligatorios. Embarcamos a las 11:25 horas para salir a las 12 de mediodía, en vuelo directo, rumbo a Singapur, con la compañía Singapore airlines. La duración fue de unas 13 horas. El vuelo fue largo y algo pesado pero las azafatas lo hicieron muy ameno y agradable, que con su sonrisa y simpatía nos ofrecían bebida y comida muy a menudo.
La diferencia horaria es de +7 horas. Llegamos a Singapur sobre las 7:45 horas del martes día 11.
Para el día de llegada, teníamos preparada una de las dos excursiones por la ciudad, que organizamos desde la agencia para ver lo más interesante de Singapur. La otra se hizo el último día.
Singapur, formado por 63 islas; fue fundado en 1819 por los británicos, y paso a ser colonia británica en 1826. Declaró su independencia del Reino Unido en 1963, como un estado de Malasia. A los dos años se independizó de Malasia. Es la ciudad-estado más próspera de Asia y del mundo, reina de la eficiencia y símbolo de la modernidad. Líder en educación, sanidad y competitividad económica. Es el tercer país con mayor renta per cápita del mundo. Su economía depende de las exportaciones y el refinamiento de importaciones particularmente las del sector electrónico e industrial. Tiene la refinería petrolera más grande de Asia. Su puerto marítimo maneja el mayor volumen de carga anual, tanto en tonelaje como en el número de contenedores del mundo. Asimismo es un importante centro financiero internacional, estando presentes los bancos más importantes del planeta. El turismo no deja de ser uno de los sectores económicos más grandes del país. Actualmente tiene unos 6 millones de habitantes.
Pues bien, después de contaros algunas cosas interesantes de Singapur. Pasamos a la primera de las excursiones que era para conocer los lugares más emblemáticos de esta fantástica ciudad-estado. Empezamos por visitar el distrito colonial de Padang, haciendo la primera parada delante del hotel Raffles, probablemente es el hotel más famoso del mundo, no es solo un hotel, sino un icono, un oasis de estilo, tranquilidad y encanto colonial en el corazón de la Singapur moderna, estuvimos delante del hotel, algunos entramos en los jardines interiores, hicimos algunas fotos de grupo. Continuamos hasta llegar a Padang, un enorme campo abierto, donde acoge dos de los grandes clubs de deporte, entre ellos el Singapore Cricket Club, deporte popular instaurado por los ingleses. Enfrente se encuentra el Tribunal Supremo, el museo Nacional de Singapur y la catedral anglicana de San Andrés de estilo gótico. Después de hacer algunas fotos callejeamos hasta Clarke Quay, donde embarcamos en un barco privado para navegar por el rio Singapur hasta Merlion Park, es el lugar que esta ubicado Merlion, monumento de 8,6 metros de altura, con un chorro de agua saliéndole de la boca. La estatua mira hacía la bahía, con el hotel Marina Bay delante y los rascacielos donde se ubican los grandes bancos detrás. Es sin duda el símbolo de Singapur por excelencia, un león con cola de pez. Se dice, que el león representa el animal que un príncipe de Sumatra se encontró hace muchos siglos cuando puso pie en la isla, mientras que el pez es un tributo al papel histórico de Singapur como antigua ciudad marítima. Muchas fotos de unas vistas magníficas. El bus nos acercó a los barrios Little India y China Town, que callejeamos por su interior, una vez visto, nos dirigimos al puerto para embarcar en el Costa Fortuna.
Trámites de embarque algo más lentos de lo normal, ya que la pandemia empezaba a asomar. No hubo ningún problema en el grupo en ningún momento del crucero y excursiones realizadas. Nos asignaron los camarotes y pudimos aún llegar a comer en el buffet del barco. Cuando llegamos al barco llevábamos unas 25 horas sin dormir. Por la tarde la mayoría nos quedamos descansando hasta la hora de la cena. Teníamos reservadas 4 mesas para el Grupo Ibercaja. Para el desayuno y la comida cada uno lo hacía donde le apetecía, siempre en los lugares y horarios establecidos.
Todos los días teníamos el diario de a bordo, con toda la información de las actividades, excursiones, horarios de las comidas, del día siguiente. Al tener el segundo turno para la cena, nos daba tiempo para tomar alguna copita o ver el espectáculo antes de cenar. Después de cenar era nuestra intención pasarlo bien, probar todo tipo de cócteles, bailar, hablar, cantar karaoke, hasta que el cuerpo aguantara. Las noches las hacíamos divertidas, la primera, os aseguro que no aguantamos mucho, jajaja.
El segundo día, lo pasamos en el barco, eso nos ayudó a recuperarnos del día anterior, navegamos durante dos días, y lo aprovechamos para relajarnos y disfrutar de las actividades que los organizadores habían programado.
El jueves día 13, llegamos a Koh Samui, segunda isla más grande de Tailandia, nos esperaba un bus que nos llevaría hacía el interior de la isla para hacer una excursión a lomos de un elefante. Mientras esperábamos nuestro turno, nos ofrecieron agua y una ensalada de papaya, con muchos ingredientes, estaba buena, ahora bien, algo picante. El paseo a lomos de un elefante fue muy divertido, y una novedad para algunos de nosotros, estuvimos una media hora por unos senderos ya establecidos, zarandeándonos de un lado y otro del animal, muy interesante. Al finalizar fuimos a visitar un templo al aire libre del Gran Buda, estatua de 12 metros de altura. Una escalera flanqueada por una serpiente mitológica, sube hasta la plataforma donde se asienta el Gran Buda de Samui. Desde dicha plataforma las vistas panorámicas son extraordinarias. Antes de que el bus nos llevara al puerto, tuvimos tiempo libre para visitar algunos puestecillos que vendían todo tipo de souvenirs y amuletos budistas, entre otras cosas.
El día 14, viernes, el barco atracó en el puerto de Laem Chavang (Tailandia). Día completo a Bangkok, capital del país, 11 millones de habitantes. Empezamos por visitar el Buda de Oro, la estatua de oro macizo más importante del mundo de 3 metros de altura y un peso de 5,5 toneladas. Se descubrió a principios de 1930, a raíz de la destrucción de un viejo templo abandonado que contenía una estatua en estuco dorado. Estuvo 20 años en el exterior, bajo un simple techo de chapa. Hasta que en 1955 los monjes construyeron un nuevo edificio donde decidieron instalarla allí, la grúa que la desplazaba, le cedió un cable y cayó en el barro, y quedó abandonada en el suelo. Al día siguiente, el superior, empezó a quitar los restos de barro, y observó que debajo había un metal brillante. Bajo el estuco, había oro macizo.
A continuación fuimos a visitar el Palacio Real , un gran conjunto arquitectónico, se encuentra defendido por una valla de 1.900 m de longitud, que agrupa un área de 218.000 m2, y que sirvió como sede real desde el siglo XVIII hasta mediados del XX. La construcción del palacio se inició en 1792. Una de las primeras construcciones que se levantaron en el Gran Palacio fue el Wat Phra Kaew, uno de los templos budistas más importante de Tailandia. Ahora bien, el más importante del recinto Real, es el templo en el que se encuentra el Buda de Esmeralda, tallada en jade, con solo 45 cm de altura, es el más valioso y venerado de Tailandia. Aún hoy, El Palacio Real se sigue usando para actos de la realeza
A la salida del palacio, nos subimos a un barco que nos llevaría por el rio Chao Phraya al restaurante del hotel Sheraton, el bufett que nos ofrecieron fue excelente y muy variado. Después de la comida, estuvimos en unos grandes almacenes por si alguien quería comprar algún recuerdo de Bangkok. Es una ciudad encantadora, su gente es agradable y se les ve muy felices. Por un lado ofrece una vida acelerada entre rascacielos y la modernidad, y por otra, cuenta con detalles tan pintorescos y atractivos como el famoso mercado de las flores. La idea era bajar y disfrutar del ambiente bullicioso y al mismo tiempo cautivador, sus aromas y colores, y todo lo que se diga es poco. Por previsión, lo cruzamos, sin bajar del autobús, y ya nos hicimos una idea de esta maravilla. Seguimos hacia el puerto para llegar a la cena.
El día 15, la excursión era a los jardines de Nong Nooch (Tailandia). En el año 1954, unos inversores compraron una finca de unas 200 Ha., con la intención de plantar árboles frutales. Al cabo de un tiempo decidieron dedicarla a una plantación de especies de plantas nativas, como un proyecto de conservación biológica.
El jardín botánico abrió al público en 1980, con el nombre “Suan Nong Nooch”, en honor a la propietaria. Es el jardín más grande del sudeste asiático. Solamente pudimos ver una parte de los jardines.
Se dedica principalmente a la educación, la investigación y la conservación de su vasta colección de palmeras y otras plantas tropicales. Hay infinidad de actividades para los adultos o los niños. Un lago, varios restaurantes, jardines de varios tipos de flores, fábrica de cerámica, demostración de elefantes, un mini-zoo, actuaciones culturales, etc. En uno de los teatros teníamos reservadas unas localidades para ver un espectáculo folclórico tailandés. Tuvimos la oportunidad de ver las famosas danzas folclóricas de varias regiones de Tailandia y un espectáculo de artes marciales. Muy interesante, y al mismo tiempo divertido, por lo general nos gusto. Al finalizar tuvimos tiempo libre para comprar recuerdos del lugar. Llegamos al barco a la hora de comer.
El domingo 16, llegamos a Sihanoukville (Camboya). La excursión programada era la visita a la ciudad y a la aldea marinera, así como a sus templos y mercados.
La salida desde el barco se retrasó por el control muy estricto de la policía de Camboya, para entrar al país. Nos tomaron la temperatura, todos con nuestros pasaportes, y es que al lado de nuestro barco había otro crucero con un pasajero con el coronavirus, y no les dejaron bajar. Nosotros pasamos todos sin ningún problema.
Empezamos por visitar la aldea marinera de Tomnub Rolork, muy pobre, niños mendigando pero no exigentes. El primer templo que vimos fue el Wat Leu, budista, de tono dorado que parece una pagoda, situado en la cima de una colina con vistas panorámicas a la ciudad. A continuación fuimos a ver su playa, es sin lugar a duda el verdadero atractivo de Sihanoukville.
Cuando las obras estén terminadas será magnífica, como también lo será la ciudad. Actualmente en construcción, calles, rascacielos, casinos, hoteles, parece una ciudad bombardeada, prácticamente la están haciendo nueva. Finalizamos con la visita al templo de Wat Krom. La estatua del Buda reclinado merece especial atención. Dentro del templo pudimos ver un poco la vida de los monjes. Terminada la excursión nos fuimos a comer al barco.
El lunes 17, día de navegación, descanso, relax, participar en algunas de de las actividades. Era el último día de crucero, y había que aprovecharlo.
El martes, día 18 por la mañana llegamos a Singapur, lugar que iniciamos el crucero y también destino final del mismo. Después de pasar los controles rutinarios, y un poco más estrictos que de lo normal, dejábamos el barco sobre las 9:30 horas de la mañana, para realizar la última excursión por Singapur.
Empezamos por visitar los famosos jardines en la Bahía (Gardens by the Bay), uno de los parques más espectaculares del planeta, ocupan una extensión de unas 100 ha. y presumen en erigirse en tierra ganada al mar. Cuenta con dos grandes invernaderos, de construcción sostenible y eficiente energéticamente de estructuras impresionantes a nivel arquitectónico, no necesitan columnas interiores
La Cúpula de las flores es el invernadero más grande del mundo. Se encuentran plantas de clima cálido, propias de la zona mediterránea y de otras regiones tropicales y semi-áridas, ambiente entre 23º y 25º.
Los Bosques nubosos, es el otro, donde recrea condiciones húmedas y frescas propias de las zonas tropicales. En su interior encontramos la Cloud Mountain, una compleja estructura de 43 metros, accesible vía ascensor, con una cascada artificial, impresionante, recubierta por todo tipo de plantas. Desde arriba se puede descender utilizando un sistema de pasarelas circular, mirando las diversas especies vegetales que la recubren.
A continuación subimos a los jardines verticales, estructuras con forma de árboles gigantescos, sus alturas varían entre 25 y 50 metros, proporcionan frescor y sombra al parque, aprovechan la energía solar, para su iluminación durante la noche. Recorrimos una pasarela que conecta dos de esos árboles, de donde se pueden ver una vistas asombrosas del parque.
Después de comer en un exquisito buffet, ya por la tarde fuimos al Museo de Ciencias del Arte, edificio con forma de flor de loto, es el mayor centro tecnológico de la ciudad y uno de los más futuristas del mundo. Es recomendable.
Por último y para poner fin a un viaje extraordinario, que mejor subirnos al piso 57 del hotel más famoso de la ciudad, Marina Bay Sands, para tomarnos un coctél en una de las zonas vip reservada exclusivamente para el grupo de Ibercaja, al lado mismo de la piscina más famosa del mundo. El agua al rebosar parece caer fuera de la estructura pero no es así ya que es recogida por un sistema para devolverla a la piscina. El hotel en cuestión esta formado por tres torres independientes y coronadas por una única plataforma apoyada sobre ellas a modo de terraza abierta de más de 1 ha. de superficie. Es la mayor plataforma pública en voladizo del mundo.
Sus vistas panorámicas son excepcionales, que aprovechamos para hacer fotos desde todos sus rincones y maneras posibles, hasta que llegó el atardecer y con ello la hora de irnos hacía el aeropuerto. Como no, el mejor del mundo. Algunos de nosotros fuimos a ver la cascada interior más grande del mundo dentro del aeropuerto, de 40 metros de altura, como era ya de noche, vimos como cambiaba de color. Todo un espectáculo de luces. Singapur es una ciudad-estado, que ha hecho las cosas muy bien, en todo, por eso y más, está entre las mejores del mundo, tal y como comenté al inicio de la crónica.
Eran las 0:25 horas del miércoles día 19, hora de Singapur, que salíamos con destino Munich. Después de 13 horas de vuelo llegamos al aeropuerto de Munich a las 6:30 horas del día 19. Muchos controles, era lo que nos temíamos, sobre todo la temperatura, en diferentes zonas del aeropuerto. Al subir al avión con destino Madrid, nos volvieron a mirar los bolsos de viaje y la temperatura. Eran las 11:20 horas que llegábamos a Madrid, recogimos el equipaje, no hubo controles de ningún tipo y a continuación el autobús que nos esperaba cerca de la terminal de salida, nos trasladó a Zaragoza, no sin antes parar a comer en un restaurante a la altura de Medinaceli. El recorrido duró unas 4 horas y media. Total que cuando llegamos a nuestras casas llevábamos unas 24 horas de viaje, con el consiguiente jet lag.
Cansados pero felices de todo lo que habíamos visto y vivido en unos días inolvidables. La convivencia y el ambiente fue lo mejor del viaje. Muchas gracias por vuestra colaboración y generosidad que en todo momento ha sido extraordinaria. Nos vemos pronto. Cuidaros mucho.
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