Salíamos de Zaragoza en bus, 45 asociados, hasta el aeropuerto de Madrid, donde se unieron 4 asociados más. Subimos a un avión rumbo a Las Palmas de Gran Canaria.

 

    Una vez allí, nos esperaban los autobuses que la empresa naviera (Pullmantur) había puesto para el transporte de viajeros hasta el barco (Horizon); a medida que pasábamos los controles correspondientes y hacer el check-in, nos íbamos a nuestro camarote, que ya nos habían asignado anteriormente.

 

    Fue a la hora de la cena cuando pudimos vernos todos. Nos habían asignado el segundo turno y reservado 6 mesas circulares juntas, para todo el crucero, solamente para la cena, con un cartel en cada mesa que se leía “JUBILADOS IBERCAJA”. Para el desayuno y las comidas, cada uno lo hacía, donde quería, siempre dentro de los lugares y horas establecidas.

 

    Una de las mejores ventajas que tienen los cruceros es que visitas muchos lugares sin movilizar ningún equipaje.

 

   Nos hizo un tiempo excelente, pudimos disfrutar de todas las excursiones contratadas sin necesidad de cancelar ninguna por mal tiempo.

 

   La mayoría de los que iban al crucero, ya conocían las Islas Canarias, pero nadie lo había hecho en barco. ¡Toda una experiencia!.

 

   Por el día unos se iban de excursión, otros se quedaban en la ciudad, para pasear, ir de compras, o sencillamente se quedaban a bordo para disfrutar de las muchas actividades que cada día se organizaban.

 

   Para la cena, como he comentado anteriormente nos veíamos todos, comentábamos y compartíamos un poco como había ido el día y temas varios. Además teníamos un asesor, asignado por la empresa, que se interesaba por todos los problemas de cualquier índole que pudiéramos tener. Todo un detalle.

 

  Antes de la cena y todos los días del crucero, teníamos un espectáculo, en El Gran Teatro del barco, siempre diferente, de una hora de duración, justo cuando terminaba empezaba el segundo turno para la cena y después de la cena a pasarlo bien, bailes en línea, bares, discotecas, casino, etc. hasta que el cuerpo aguante.

 

  Las excursiones fueron muy variadas. El primer día visitamos la Isla de Tenerife. Unos prefirieron quedarse en Santa Cruz, capital de Tenerife, otros fueron hasta el valle de la Orotava, de donde se podía ver el pico más alto de España EL TEIDE, de 3.718 m. de altitud, un bello paisaje; para finalizar en el Puerto de la Cruz.

 

  En el segundo día llegamos a la isla de la Palma, su municipio más poblado de la isla es Los Llanos de Aridane. Costa escarpada, posee bosques de hoja perenne de Los Tilos, muchas plantaciones de plátanos. Se encuentran variadas rutas para practicar el senderismo. En el centro de la isla se encuentra el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. En el sur de la isla, concretamente en Fuencaliente, se han registrado el mayor número de erupciones volcánicas de toda la Palma.

 

  La siguiente escala ya fue en Agadir (Marruecos), fundada por los portugueses sobre 1500. Entre 1912 y 1956 perteneció a Francia. Pasando en 1956 la soberanía a Marruecos. Se organizaron varias excursiones, entre ellas a Marrakech, Tarourand, o simplemente pasear por Agadir y visitar algún bazar artesano. 

 

 Al día siguiente volvimos a las Islas, esta vez Lanzarote, su capital Arrecife. La isla es la tercera más poblada de Canarias, tiene una superficie de 846 Km2. En el centro de la isla se encuentra el Parque Nacional de Timanfaya, siendo una de las principales atracciones turísticas de la isla. Es desde 1993 en su totalidad Reserva de la Biosfera de la UNESCO.

 

 Fuerteventura fue la siguiente isla a visitar. En el año 2009 fue declarada en su totalidad reserva de la biosfera por la UNESCO, como Lanzarote en 1993.. Su capital es Puerto Rosario. Las vistas panorámicas de la isla son extraordinarias, sobre todo las dunas, que llegan hasta el mar.

 

El último día llegamos a Gran Canaria. Día soleado. Su capital Las Palmas, ofrece al visitante lo mejor de las Islas. Desde paseos por sus calles y plazas hasta una de las mejores playas urbanas del mundo, la playa Las Canteras, donde los termómetros marcaban a las 9 de la mañana 17 grados. Con un casco histórico colonial, la casa de Colón, el parque Doramas, donde se encuentra el máximo exponente de la arquitectura canaria. Algunos del grupo visitamos el cráter de Bandama, de donde se puede disfrutar de unas estupendas vistas.

 

 Después de la estancia por la isla de Gran Canaria, nos trasladaron al aeropuerto para coger el avión con destino Madrid, y desde el aeropuerto en bus hasta Zaragoza, llegando a nuestra ciudad de madrugada.

 

  Un viaje muy bueno, donde hemos disfrutado mucho de los paisajes, el mar, las comidas, un servicio excepcional, los espectáculos y sobre todo de la amistad.