Los cementerios, desde su fundación a principios del siglo XIX, se convirtieron en lugares donde, en recuerdo de los difuntos, se levantaban complejos monumentos funerarios en los que se aunaba la arquitectura y la escultura. El cementerio de Torrero es un ejemplo de este tipo de ciudad de los muertos, donde florecen los bellos panteones y las capillas funerarias.

El itinerario nos lleva a contemplar las obras artísticas de mayor interés y belleza, confiriendo multitud de “motivos” para los objetivos de nuestras cámaras. Sin duda un paseo diferente con un recorrido fotográfico que no decepciona.

Aquellos de vosotros que queráis conocer con más detalle,  podéis consultar el folleto “Ruta Arte Funerario”, editado por el Ayuntamiento de Zaragoza, en el que basamos nuestro Paseo fotográfico.

Adolfo Giménez

Antonio Sánchez

Asun Florián

Carmen Mateos

Carmen Triviño

Elena Gil

Guillermo Carranza

Jesús Pardina