En esta ocasión nuestros pasos nos llevan desde modestas construcciones de la primera parte del siglo XX a los más actuales edificios de vidrio y acero, y de ahí a un remanso de paz dentro de Zaragoza. 

• Empezamos la sesión fotográfica en el punto de encuentro. La Ciudad Jardín nace con un proyecto de 1934 basado en un modelo de asentamiento urbano en la periferia de la ciudad (para que las casas fueran más baratas) con viviendas unifamiliares con huerto vinculado a las mismas para su autosuficiencia.

En la zona, perimetrada por cuatro calles, se levantaron 355 viviendas, pero antes de que se entregaran llegó la Guerra Civil, la Falange las confiscó y fueron ocupadas por los combatientes del bando nacional. Acabada la guerra las viviendas se vendieron a sobre cerrado.

En esta ocasión nos limitamos a fotografiar las viviendas que dan a Duquesa Villahermosa y, como mucho, las del final de Franco y López.

• Una vez fotografiadas las coloridas viviendas, continuando por la misma acera llegaremos a la Plaza de Donante de Órganos donde se encuentra la escultura “Manos” monumento que, a base de hormigón y arcilla esmaltada, representa un compromiso a la protección del planeta.

• Seguimos caminando hasta llegar al número 109, edificio de 16 alturas que denota la evolución en la planificación urbanística y los sistemas de construcción de la zona desde aquellos años de la pre-guerra, y cruzaremos la calle para adentrarnos en la Plaza de la Convivencia. Aunque esta plaza interior, nacida a principios del siglo XXI, pasó por años de dejadez, actualmente luce un aspecto moderno y tranquilo lleno de líneas y murales urbanos reivindicativos que serán un festín para nuestras cámaras.  

• Después de cruzar Vía Universitas, y antes de acceder al Parque Delicias por la primera entrada de calle Duquesa Villahermosa, podemos fotografiar la escultura “Una pica en Zaragoza” que luce su original silueta en la rotonda de la confluencia de ambas calles. Cuenta la rumorología que cuando en 1987 el autor pudo exponer su creación, después de muchos años de intentar que la ciudad le diera un encargo, decidió llamarla así por la dificultad en conseguirlo.

• Dejando a nuestra derecha el edificio del Psiquiátrico Nuestra Señora del Pilar (que no se puede fotografiar) llegamos al que puede considerarse el plato fuerte de la ruta, el Parque Delicias. Ubicado en pleno corazón del barrio es uno de los mas grandes de la ciudad y cuenta con miles de posibilidades para desarrollar nuestra creatividad: una vegetación variada, un gran estanque con surtidor, un anfiteatro con las gradas muy coloridas que ocupan cuadrillas de jubilados en los días soleados, una capilla desacralizada de estilo neogótico (no abierta al público) cuyos muros exteriores, al igual que otros espacios del parque, se llenaron de arte en el Festival Asalto que dio una nueva imagen el parque en 2016, fuentes ornamentales y edificios con diferentes servicios municipales. 

• Finalizamos el paseo por el Parque, y con ello nuestra ruta de marzo, saliendo por la puerta de acceso de Vía Universitas, donde los más avezados fotógrafos toman imágenes de la parte de atrás de algunos de los edificios del Psiquiátrico. 

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