CRONICA VIAJE A MORA DE RUBIELOS Y RUBIELOS DE MORA
El día 3 de Octubre, jueves, La Asociación organizó un viaje a Mora de Rubielos y Rubielos de Mora. Salíamos a las 7 de la mañana 85 asociados en dos autobuses. Después de parar unos minutos en la Puebla de Valverde, llegamos a Mora de Rubielos a las 10:30 horas.
Las guías ya nos esperaban. Después de hacer dos grupos empezamos las visitas programadas.
Mora de Rubielos esta situada en el Sistema Ibérico, surcan su término los ríos Mora y el Tosquilla. Su población es de unos 1.700 habitantes. Callejeamos hasta llegar al Castillo, mientras nos iban comentando la historia de Mora.
Fue habitada durante la época del Bronce Medio, como lo demuestra el rico yacimiento de la Hoya Quemada, pasaron los celtíberos y visigodos. Mora estuvo habitada por un pequeño núcleo de población árabe hasta que fue reconquistada por las tropas cristianas de Alfonso II "El Castro". A partir de ese momento fue cambiando de manos, hasta que en 1.365, con la ayuda del Concejo vuelven a recuperarla pasando definitivamente a la Corona de Aragón, nunca jamás fue separada de la Corona. A la familia Fernández Heredia se debe la construcción del enorme templo parroquial, que junto al Castillo, tiene el honor de ser declarada "Monumento Nacional". Como anécdota pasaron por Mora, El Cid Campeador y San Vicente Ferrer. Los incendios habidos en 1544 de la Colegiata y del castillo en 1700, que destruyeron bibliotecas y archivos, además de los expolios y destrozos de la última guerra civil, hacen que reconstruir la total historia local resulte muy difícil. El máximo esplendor económico, es en el siglo XVIII, sobrepasaba los 3.400 habitantes. En la actualidad disfruta de un comercio próspero, magnífica estructura hotelera y de servicios, que unido al turismo, en auge, hacen sostener fundadas esperanzas sobre su futuro.
Pues bien, llegamos a una de las puertas de la localidad "Portal de Alcalá" y desde allí subimos hasta el castillo. Es grandioso, de lo mejor de Aragón. También se construyó por orden de los Fernández Heredia. Era una maravilla y ha sido desde convento franciscano hasta Cuartel de la Guardia Civil, pasando por cárcel de distrito. Estuvo décadas abandonado. Restaurado desde los setenta vuelve a ser una gigantesca gozada. Grandes y anchos muros, pocas ventanas. Ejemplo del gótico mediterráneo. Visitamos unas cuantas salas alrededor del patio, bajamos a los sótanos donde había sido calabozos. Observamos en le fondo un pequeño museo, de utensilios usados en las guerras. Al salir pasamos por el gran patio de armas porticado y donde cada año en el mes de agosto se celebra el Festival Puerta al Mediterráneo. También, ya en la salida, en la que sería armería, se ha montado un museo etnológico, con mil objetos curiosos. Es un gran castillo. A continuación tuvimos unos minutos de tiempo libre hasta el almuerzo en el restaurante Trufa Negra. Buen servicio de camareros, la comida excepcional, con el detalle que en cada comensal teníamos en una nota personalizada el menú que nos iban a servir, adjunto nota-menú.
Según dice el poeta Julio Monzón Royo, hijo predilecto de Mora que "MORA ENAMORA, PERO MERECE MAS DE UNA HORA".
Por la tarde el bus nos traslado a Rubielos de Mora. La guía nos esperaba en el patio del ayuntamiento, el cual es el edificio más monumental de Rubielos, de sobrio arte renacentista. Empezamos con una breve historia de la localidad. Se encuentra a unos 60 km. de Teruel, y cuenta con una población de 700 habitantes. Pertenece al Maestrazgo. Se podría decir que es una encrucijada geográfica, cultural y económica, recibiendo con fundada razón la calificación de "Pórtico de Aragón". Es uno de los pueblos más bellos y armónicos que mejor se conservan. Ha recibido varios premios y distinciones, entre los que destaca el Premio "Europa Nostra" en 1983 por su labor restauradora llevada a cabo. Entramos a la localidad por la Puerta de San Antonio, una de las puertas que daban acceso al castillo, que junto a la del Carmen, son las únicas que se conservan. Paseamos por diversas calles, donde íbamos descubriendo casas hidalgas privadas, de los siglos XVI al XVIII, todas de piedra, con grandes aleros, herrajes, galerías y cuidadas portadas generalmente semicirculares, pertenecientes a apellidos ilustres y un largo etcétera de casonas singulares.
Como colofón y ya en la plaza del Carmen, se despliega el neogótico en un palacio y el modernismo en los dos Grupos escolares. Todo en Rubielos desprende dignidad y buen gusto. Además de la cantidad de esculturas de José Gonzalvo que se pueden admirar , desde el toro embolado, pasando por la dedicada a la Guardia Civil, El Vía Crucis, la imagen del Rey Pedro IV o el monumento a la Paz, toda una exposición permanente. Terminamos la visita en el antiguo convento del Carmen del siglo XVII, clasicista y un elegante claustro con dos ordenes de arquerías sobre columnas, hoy rehabilitado para usos residenciales y turísticos. Al finalizar nos hicimos una foto de todo el grupo para conmemorar nuestra presencia en esa tan bella localidad.
A continuación nos fuimos en busca de los dos autobuses, callejeando por Rubielos y admirar por segunda vez algunos de los palacios que la localidad posee. Todo tiene su fin y para nosotros ha sido un orgullo organizar esta visita a estas dos localidades tan bellas. En nombre de la Asociación, gracias por acompañarnos en este día tan agradable.
Hasta la próxima.